domingo, 7 de abril de 2013

Segundo plano

Los co-protagonistas. Que sería de los personajes principales sin ellos? Son esos actores, como los primeros, pero que un día, un director de casting  decidió que no eran tan buenos, pero que merecían una oportunidad, aunque eso sí, desde un segundo plano. Como el mejor amigo del chico guapo. Personajes cliché a los que ya nos hemos acostumbrado y en los que no reparamos.
Pero sabed, estad seguros, que si un día ellos fallan, nada será igual.
A veces, los personajes principales abandonan la función en busca de nuevos proyectos, de crecimiento personal y profesional y dejan lo que un día les dió vida. Y quién queda? Ellos, los secundarios. Los que de verdad dan sentido a una serie. Porque aunque no queráis reconocerlo, en ocasiones, son mejores. Si el chico guapo se va, ponemos a otro, pero si el amigo tonto se va... no habrá otro pardo igual que él. 
Y esto lo sabemos bien los que nos quedamos en un segundo plano. No se nos tiene en cuenta. Se nos suele cambiar por cualquier plan mejor y no se da nada por nosotros pero... Y si nos fuéramos lejos de vuestro lado? Y si huyésemos en busca de un papel protagonista? Estoy segura de que no sabríais vivir sin nosotros. 
A quién recurriríais como segunda opción? 
A quién preguntaríais "qué tal?" sólo como excusa para pedir algo más? 
Quién sería el mojón que siempre está ahí dispuesto a sacaros una sonrisa sin esperar nada a cambio? 










Quizá deberíais tenernos un poco más en cuenta y considerar que si nunca os hemos fallado es por algo.









Y que si los principales sí lo han hecho... quizá no se merezcan ese puesto y debáis variar la categoría de cada uno. 
Nosotros somos los que estamos ahí detrás esperando la desgracia. Somos los que cogemos el teléfono a las 3am si nos llamáis para llorar, porque a esa hora no será para irnos de fiesta.
Nosotros somos los que os abrimos las puertas de nuestra casa sin esperar que nos traigáis vino para acompañar la cena y os aceptamos la sarta de problemas con la que vais a amenizárnosla.
Nosotros somos los que nos conformamos con un "cómo estás?", pero eso sí, sincero. Somos los que pedimos un poco de atención, porque más no nos atrevemos a pediros, no vayáis a considerarlo excesivo y os perdamos. 
Y eso no. Los que estamos tras la barrera antes nos conformamos con nada que perderos por algo. Somos así de estúpidos. Anhelamos vuestra atención pero no osamos pedírosla por si salís corriendo. Nos conformamos de a poquitos.
Todos tenemos a una persona en segundo plano y todos somos el segundo plano de alguien. Y es un papel necesario, por supuesto, pero hay que saber cuidarlo como se merece, darle el valor que verdaderamente tiene y jamás menospreciarlo.
Podemos pedirle cuánto deseemos, pues nos lo dará sin preguntar por qué o por qué no. Pero también debemos darles algo nuestro. 
No podemos acaparar trocitos de corazón y no soltar ningún pedazo del nuestro.
La amistad, y las relaciones en general entre personas (que no las sentimentales en exclusiva), son eso, un intercambio de pedaciitos de corazón. Deben ser del mismo tamaño y peso, con las mismas condiciones, conocidas y asumidas por ambas partes y, obviamente, cumplidas. 
Y si no se cumplen, los segundones huirán. Y no para ser los segundones de otro, no, no.

Cuando un segundón se va es porque su próximo destino es un papel protagonista. 

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